A cuento del famoso juicio que se celebra en Palma en los que se juzga, entre otros personajes conocidos, al ex presidente Jaume Matas, a Iñaki Urdangarin y su esposa la Infanta Elena y otros más, nos hicimos eco de aquel famoso lema que decía “Hacienda somos todos”, lema que, al parecer, no era más que un eslogan publicitario.
Al ciudadano de a pie le resultó, cuando menos hilarante, que tras tantos años de tributar religiosamente, nos enteráramos de que algunos no formaban parte de Hacienda.
Opiniones aparte, que seguro que hay muchas, resulta que nuestra estimada Agencia Tributaria está acechando al siempre menospreciado Abogado del Turno de Oficio con un argumento que creíamos superado. La “prorrata” para aquellos ingresos del Abogado de Oficio obtenidos de sus actuaciones como tal. Tras consultas vinculantes, la última, del año 1999, se acordó que el 100% de los ingresos obtenidos del Abogado, bien por sus ingresos de clientes particulares, bien por los del Turno de Oficio, que le paga el Ministerio de Justicia, se podía deducir el 100% de sus gastos derivados de la actividad.
Tras un cambio de nomenclatura, que no de las normas aplicables al caso, ha pasado de denominarse “prorrata” a denominarse “regularización por aplicación del porcentaje de prorrata”. Es decir, llegamos al mismo sitio, pero le cambiamos el nombre y, de esta manera, parece ser, Hacienda considera que la consulta vinculante, la última de 1999, ya no es vinculante y, volvemos a la situación anterior. Es decir, que ahora Hacienda está llamando a miles de Abogados del Turno de Oficio a regularizar todas aquellas declaraciones de IVA desde 2012 en adelante.
Ante esta avalancha de requerimientos están cundiendo el pánico y no son pocas las voces que opinan que, si ya de por sí está mal pagado el Turno de Oficio, ahora resultaría aún menos atractivo todavía. Cierto es que es voluntario, pero no es menos cierto que es necesario y que el mismo esfuerzo y tiempo requiere la defensa de un asunto de oficio que la de un particular.
Ya no hace mucho se barajó la posibilidad de que ciertas materias del Turno de Oficio se externalizaran a una empresa privada, algo que ya sucede en alguna Comunidad Autónoma. De algo sirvieron las quejas y protestas de los Letrados. Y cuando parecía que volvía cierta paz al foro, resulta que Hacienda pone un especial cariño en los Abogados, pero no en los que más ingresan, sino en los abnegados que pretenden compaginar una labor semi social con la labor particular. Y todo ello con un argumento sorprendente como es el cambio de interpretación porque a José ya no le llamamos José, ahora le llamamos Pepe.
Y ante esta situación se plantea el Abogado muchas cosas. Recurrir, tirar la toalla, abandonar el Turno de Oficio. Lo chocante es que, sin cambio normativo, sin Sentencia o Directiva que así lo recomiende, la Agencia Tributaria ha decidido ir al río a pescar, y en el río hay muchos y grandes peces, así que a buen seguro saca rédito. Otra cosa es que sea material, legal y moralmente justo ir a pescar a ese río en concreto. El tiempo nos lo dirá. Mientras tanto habrá que recurrir, pagar y recurrir.
Hacienda somos todos, pero algunos más que otros.
Juan Enríquez de Navarra Rosselló
Abogado ICAIB 4022